Convivencia:
Hola amigos! Somos Oihane e Inés y vamos a informar(os) sobre cómo vivimos el día a día en nuestro “nuevo hogar”. La organización en la convivencia del campo consiste en realizar nosotros mismos las tareas domesticas. Nos dividimos en 4 grupos, los cuales se turnan para llevar a cabo la limpieza de los baños, el reparto de la comida y la posterior limpieza de comedor y cocina. Cada día, uno de los grupos realiza las labores de cocina (comida y cena) mientras que otro grupo se ocupa de la limpieza de los baños, todo esto con una organización anterior que corresponde a los turnos de cada grupo.
Todo mini:
Los seres humanos tenemos necesidades, tales como comer, dormir, reproducirnos, relacionarnos, eliminar deshechos… pues bien en este campo de trabajo, algunas de estas necesidades se cubren de una forma mini. Los pelos en la ducha provenientes de las feminas, causan un tremendo caos en la central de CSI, debido a la inmensa recopilacion que se hace de ellos (los machos dicen no tener problemas de perdida capilar). Esto es debido a la enorme cantidad de duchas que tenemos, que se resume a dos. Vamos, un lujo. Por no hablar de esa temperatura tan caribeña del agua (helada!). A la hora de “ir al baño” otra vez, la palabra mini. Dos váteres también (la cosa va de doses). El jacuzzi esta al caer (suponemos que se situara en el segundo piso, oremos).
5kg menos al terminar el campo:
La tortilla aguada ha sido todo un éxito, felicidades Caterina. Bien amigos, nuestra alimentación consiste en un catering que en ocasiones la comida esta buena (insistimos, en ocasiones). La comida la cocinan en un lugar, la envasan, y nos la traen. Después nosotros la calentamos, la repartimos y nos la comemos. La verdad que la variedad es buena pero debido al envasado no somos capaces de apreciar la textura verdadera de los alimentos (y en ocasiones el verdadero sabor). Una pena para estos jóvenes hambrientos.
Nuestro sistema digestivo agradece:
Eh! Un saludo al bar Carloju! Que seria de nosotros sin ti, señor breakfast! Gracias por ese pan del día, esa leche calentita y esas galletas que si sobran, pa’ la merienda! Reverencias, agradecimientos, la ola, besos, abrazos y sexo para Casa Suárez, esa tienda-bar que nos da nuestros caprichos infantiles de cada día como chuches, patatas, chocolates…. Enserio, gracias.
Por último, mencionar a ese supermercado que nos aporta nuestra dosis de “agua mágica graduada”, que como personas en la última edad de crecimiento requerimos.
Dulces sueños:
Tras un largo e intenso día de actividades, toca descansar. ¿Qué mejor manera de desearnos las buenas noches que dormir todos en una misma habitación? Sí, sí señores, dormimos 25 personas en una habitación, 12 literas, 25 maletas, 1500 zapatillas, ausencia de persianas, diversidad de ropa tirada por el suelo… pero aun así somos capaces de soportarnos, llevarnos bien y conciliar el sueño. Cabe destacar que el concierto de ronquidos que se lleva a cabo en dicha habitación, comienza a eso de las 2 de la madrugada, concluyendo este pasadas las 8 de la mañana. Un fiestón, vamos.
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