Esta graciosa granaina de medio metro, nos ha contagiado su gracia y su acento desde el primer día de estancia.
Su alma de fiestera siempre presente amenizan cualquier fiesta.
Gracias a esta pequeña personita nos hemos sentido como en casa estos casi 20 días. Sus grandes dotes de montañera nos han demostrado que es una autentica deportista y que su capacidad pulmonar esta intacta. Finalmente logró coronar la cima (más vale tarde que nunca...) gracias a la ayuda de un par de cervecitas frías y de los hombros y manos de un par de paisanos.
Sus dotes teatrales se salen fuera de lo común dejando exhausto al público que nos contempla.
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