Personalmente no sabía muy bien a lo que venía. El programa era muy abstracto e incluso, ahora que lo leo, incierto:
“ (...)es un proyecto de participación pensado para jóvenes comprendidas entres 18 y 26 años que sientan particular interés por la creatividad artística, en especial el arte dramático, para trabajar con colectivos de personas mayores(...) en tareas de producción, escenografía e interpretación de montajes escénicos para celebrar en el Teatro Riera de Villaviciosa en la primera semana del mes de agosto”
cfr.
http://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache:WulBOcY858wJ:juventud.jccm.es/verano/fvct/VCA-078.pdf+campo+de+trabajo+escena&hl=es&gl=es&pid=bl&srcid=ADGEESi0cCglshLRQLw5nYe6Kx6QLWC7PUQPUUcyvmabCZIP-WYvBc838bJ0L-vERv5TBl10E3WTjlu-rmZHgTmvkUhhb0v-OnVoxtqeOlcCLgkg9oF_jIUP44HQWuda_YkGbwyEV3bs&sig=AHIEtbQB5sMI_p9REdX1wkrx5LujzzH5OA
Pero las palabras teatro, personas mayores, Asturies y 72 euros sonaban bien. Sonaban y finalmente sonaron porque ha sido una experiencia inolvidable y creo que todos estamos con depresión postescena 2010.
El día 6 estuvo genial, el teatro en la calle revolucionó un pueblo tan pequeño como Santa Eulalia de Cabranes. Un ejercicio de flashback de la mano de los mayores, con el consenso de los jóvenes y bajo la batuta de los glayus. Ejercicio que se debería mover por otros puntos de la geografía española y, por supuesto, Cabranes debería patentar el acontecimiento y hacerlo fecha fija todos los años.
Pero si bien el día 6 fue todo genial, lo mejor sin duda, fue el proceso de creación.
Empezamos teniendo una piedra, permítaseme la metáfora, pero con la aportación de cada uno, el boceto y el saber de los glayus, entre todos fuimos sacando la escultura del día 6.
El teatro terapéutico, esos juegos que te sumergen en un microcosmos donde no hay problemas, y si los hay, se superan. Donde, el teatro se convierte en puro juego, en un pretexto que rompe barreras, que nos permite conocer al otro y a nosotros mismos.
Una primera semana de presentación, de rondar por los distintos pueblos para luego dedicarse solo a uno y comenzar a ensayar, ya en la segunda semana, el proyecto del día 6.
Lo único que eché en falta, fue que los grupos de jóvenes no llegaron a pasar por todos los pueblos. A algunos nos quedó Lastres, a otros Villaviciosa. Supongo que fue cuestión de tiempo y que para la próxima vez que esto se haga haya una planificación que permita que no quede ningún grupo sin haber pasado por todos los grupos de personas mayores.
De todas maneras, creo que estuvo bien estructurado el sistema, una semana de juegos que nos permitieran identificarnos e ir rompiendo el hielo para luego, en la segunda entrar ya en materia. Brillante la administración del tiempo de los glayu, que en poquísimos días supieron ensamblar numerosos sketches a raíz de improvisaciones que fueron puliendo.
Otra cosa que hay que valorar (el recurso de la improvisación), está muy bien que en un margen de tan poco tiempo se recurra a la improvisación “marcada”, fijando unas pautas, pero al fin y al cabo improvisación. De esta manera las actuaciones salen más naturales y se puede trabajar más la ejecución que el texto.
Otra gozada: las clases de técnica teatral. Clases divertidas, donde al estar los 25 podíamos hacer grupo. Clases importantes, aunque no tan directamente para el día 6, si indirectamente. Nos relajábamos, podíamos interactuar entre todos, lo pasabamos bien, era momento de expresar como estábamos.
Otro acierto fue implicar al pueblo con el campo de trabajo, ya fuera a través de talleres intergeneracionales, liderados por el glayu, o a través de clases de baile tuteladas por Fran. Ejemplo de esta implicación fue el ir a buscar la ropa por Cabranes, a lo que el pueblo respondió muy bien.
En realidad, no tengo nada malo que decir. Para mí, fueron unas semanas inmejorables, un juego donde todos salimos ganando como personas. Semanas en las que la organización hizo bien su trabajo, tanto el alcalde, los monitores como Jose Antonio o Luis Carlos.
Lo único que espero es que el 6 se convierta en una fecha fija para la gente, para ir a Cabranes, un motivo más que turístico.
Hay que reconocer el saber hacer de Alejandro y Javi (con la ayuda más invisibilizada de Camino). La confianza que nos supisteis dar, lo bien que sabéis tratar con la gente.
Felicidades por saber abordar el proyecto porque no ha tenido que ser fácil.
Gracias a los 25 porque supimos estar a la altura de todo esto y hacer piña.
Se os quiere.
Lucía
Me encanta TODO lo que has escrito Lucía! No podría estar más de acuerdo!
ResponderEliminarHe estado en 3 campos de trabajo más y sin ninguna duda ESTE ha sido el mejor de todos ellos. Esto ha sido posible gracias a vosotros, a los 24; a David, Lida, Virginia, J.Antonio, Luis Carlos, los Glayus, el pueblo de Santolaya...
Me gustaría escribir todo lo que pienso, pero no tengo palabras para expresar lo bien que me he sentido estos 20 días junto a todos vosotros..
Simplemente: GRACIAS!!
PD: Espero veros a todos para Pilares eh? :)